¿Alguna vez te habías imaginado a Diógenes como un niño? Pues así es, un niño al que la encanta coleccionar. Y es que no puede evitarlo, le viene de familia: su abuela Patricia era la aprovechadora oficial de todo; sus abuelos se conocieron recogiendo charcos; y su hermana también colecciona cosas, pero a ella le gustan los objetos inservibles. Su tío colecciona también, pero algo más especial: cartas de amor…que nunca son para él...
Premio Lazarillo de creación literaria 2008.
Tercer premio de libros mejor editados 2010.